«El hogar no es seguro… El bosque es peligroso… No debes hablar con extraños… El lobo te puede comer…»
No. No es una repetición del cuento tradicional ni una imitación de otras novelas que tratan sobre él. Es una historia que extrae del cuento solo un esbozo de sus circunstancias sociales y psicológicas para elaborar una trama distinta, aunque por aquí y por allá se puedan encontrar referentes; con una narrativa poderosa y rica en evocaciones mitológicas y aspectos teológicos, escenas crudas pero pintadas con sensibilidad y elegancia, que dan lugar a un relato cuyas tensiones oscilan entre el miedo y la seguridad, la culpabilidad y la aceptación, y finalmente,entre la soledad y el calor de la amistad, así como la búsqueda del amor y la felicidad, meta, esta última, de todos los seres humanos.
No es una parodia del cuento popular sino una vía para reflexionar sobre lo que muchos chicos gais viven hoy en día al enfrentar su propia naturaleza a los concencionalismos y su lucha por encontrar la felicidad en un mundo que les es hostil, con un mensaje de esperanza basado en el poder redentor de la amistad y el amor.