Esta web, cuyo responsable es Bubok Publishing, s.l., utiliza cookies (pequeños archivos de información que se guardan en su navegador), tanto propias como de terceros, para el funcionamiento de la web (necesarias), analíticas (análisis anónimo de su navegación en el sitio web) y de redes sociales (para que pueda interactuar con ellas). Puede consultar nuestra política de cookies. Puede aceptar las cookies, rechazarlas, configurarlas o ver más información pulsando en el botón correspondiente.
AceptarRechazarConfiguración y más información

Juan Salvador Berenguer López

Se trata de una autobiografía en poesía, cuenta con un capítulo inicial escrito por mi hija, después de una perdida muy significativa.

El resto es una reflexión de mis sentimientos y vivencias; expresado en poesías que me dejan la conciencia tranquila, máxime, que en su mayoría son mis confesiones de amor, por no saber decir a una mujer, lo que siento por ella…

Es una historia de un hombre que fue expulsado de su propia vida; que no por solo mujer, sino también por enemigos y supuestos amigos…

Pero por encima de todo, a lo que se debe mi escrito, es a esa mujer que no supo mantener a su amor junto a ella, obligándolo a marcharse de su lado; y del dolor de no saber sujetarlo para dominarlo, por no saber perderlo, decidió destruirlo; ya que si no era para sí, no lo seria para nadie.

Es por ello que reflejo ese amargo amor odio que se siente cuando obligas a quien amas a que te abandone y con ello justificar su destrucción por no someterlo a tu voluntad… Aquella que corroe nuestras entrañas en esos momentos… Esos en los que eres consciente de tu hipocresía, ya que ves tú dura realidad de no saber amar, solo querer… No solo una mujer, fue autora de él.

Dicen quienes lo han leído, que es muy significativo y humano, pero sobre todo, que lleva a meditar mucho.

No sabría decir más, solo que me he visto forzado a escribirlo, por la presión que todo el mundo me ha hecho para ello.

Indican que una obra como ésta, debe ser conocida por todo el mundo y no debo ser ruin guardándomela para mí solo.

Juzguen ustedes, si tienen razón, quienes me han llevado a relatar esta narrativa.