Soy andrés Díbelt, de un lugar lleno de historias, mitos, leyendas, cuentería y de una familia con vena artística pero que nunca explotó sus talentos, soy el atrevido de la familia que se lanzó al mundo a intentar lograr esos sueños que parecen imposibles, soy una persona muy espiritual, que ha desarrollado una relación íntima con Dios, y que atribuye a él todo lo logrado y aprendido hasta ahora.
Descubrí el talento para escribir, haciendo cartas de amor cuando estaba en el colegio, las mejores fueron para mi mejor amiga de ese entonces, las cuales enviaba de manera anónima, nunca me atreví a decirle nada; pasaron muchos años y mi talento lo encerré en el cuarto de las cosas viejas que no se usan. Hasta que un día, cuando ya tenía 30 años y sentía que la vida se me pasaba y yo no hacía nada por mis frustrados sueños, entré a estudiar técnica vocal, me gustó tanto que escribí canciones, y decidí terminar de escribir un libro que llevaba ya mucho gestándose en mi mente.
Sin saber nada sobre literatura, con mi atropellada ortografía, con cero conocimientos sobre puntuación o formas de escribir diálogos, comencé a escribir, el orgullo de terminar un libro es poder reconocer que cumplí una meta que parecía muy lejana, no seré un escritor perfecto, solo soy alguien que está creyendo en sí mismo y se está dando amor, apoyándose en sus objetivos, al fin y al cabo, los talentos son de Dios, cómo dice el dicho "A Dios rogándo y con el mazo dando".