Sergio es un niño que tiene una grave enfermedad. Su padre, un prestigioso abogado de renombre internacional, está trabajando en un importante caso en Estados Unidos y se lleva a su familia con él para estar más cerca de ellos mientras su hijo recibe un nuevo tratamiento en un hospital neuyorquino. Sergio, tras su última recaída comenzará a tener unos extraños sueños, en los que los niños que aparecen en ellos le piden ayuda para volverse a reencontrar con sus padres. Al final descubrirá que no son tan ajenos a él como al principio se pensaba y acabarán involucrando a toda la familia y a gente del pueblo cercano a Nueva York, donde residen, para que les ayuden.
"...Y fue a partir de ahí cuando verdaderamente comenzó toda aquella historia, continuó la joven inclinándose hacia su interlocutora. Se rumoreaba que sus espíritus no descansaban en paz. Los padres buscaban a sus hijos y los hijos a sus padres y algunas veces, en su desesperación eterna, se ponían en contacto con los vivos para que les ayudaran. María se quedó mirando los ojos chispeantes de Elisa. No sabía si creerla o no. Le venían muchas imágenes a la cabeza. El cuaderno de dibujo de su hijo, los niños dibujados, su extraña pesadilla, los gritos de su hijo al despertar de aquellos sueños en el hospital, los cuadros en la pared, los ojos desesperados de la madre ¿Por qué su marido había elegido aquella casa O más aún ¿Por qué les habían elegido a ellos..."