Diego Varal es un periodista común de la ciudad de Barinas. Luego de una exaltada adolescencia como pandillero de poca monta, incursionó en los estudios de periodismo con la vaga esperanza de permanecer en contacto directo con los atractivos peligros de la calle, descubriendo, muy tarde, que ese oficio, en su ciudad, ningún riesgo aventurero podría ofrecerle.
Para cuando tuvo la plena convicción de que su destino consistiría en permanecer tras la pista de pequeños reportajes de pacotilla, que de novedad no tenían ni el cabezal, un error en su trabajo lo llevó a involucrarse de manera inusual en una de sus noticias, cultivándole el compromiso de esclarecer un asesinato que hace unas horas no era más que un trivial ajuste de cuentas, sin imaginar que esa decisión lo llevaría a recibir un prestigioso premio de periodismo, conocer al amor de su vida en la hipnótica figura de una mujer escapada de un fascinante cuadro de bazar cultural, y terminar secuestrado con ella justo cuando se involucraban en una maraña de corrupción que pretendían denunciar.