Marisa Cardozo nació en Tucumán, Argentina, el 7 del mes 7 de 1977. Casada y madre de tres hijas, es además empresaria, fundadora y directora de las franquicias «Gimnasio del cerebro» y «Ecoaldea Kiryus», cuyas principales sedes se encuentran en Argentina, pero de las que se prevé una apertura masiva en diferentes ciudades del mundo en los próximos cinco años.
El proceso espiritual de Marisa comenzó a los veinte años, cuando iniciaba las prácticas de medicina en el Hospital Padilla de Tucumán. Durante su primera guardia, tuvo a cargo la toma de parámetros vitales de un paciente de veintidós años con muerte cerebral. Esa noche marcaría el inicio de una búsqueda de respuestas, y de filosofar con la vida y la muerte, así como de intentar comprender la naturaleza del alma.
Esa noche Marisa experimentó un fenómeno que al principio creyó estaba relacionado con el cansancio, pero el cual nunca sacaría de su mente: pudo ver lo que describiría como «un vapor denso» o una «energía sutil» salir del pecho del joven que cuidaba, momentos previos a que el paciente entrara en paro y el monitor de la frecuencia cardíaca indicase que se perdía el pulso. Seguidamente, el cuerpo del paciente pasaría a un estado cianótico, por lo que se declaró la muerte física. Fue a partir de ese shock que Marisa tomó la decisión de alejarse de los hospitales, y, a la vez, buscar darle comprensión a lo vivido, pues la ciencia y la medicina que estudiaba no podían explicarlo.
En su búsqueda de respuestas, Marisa estudió filosofía antigua, religiones, misticismo, esoterismo, magia, alquimia, astrología y otras ciencias relacionadas con el desarrollo humano. Su formación estuvo bajo la guía de maestros de todo el planeta en la escuela Valenciana ITACA. Dicha formación fue vital para su proceso de maduración y comprensión como ser humano, pues influenció su entendimiento de la vida e incluso su proceso empresarial.
Desde niña, Marisa tuvo una marcada inclinación por el deporte, el bienestar y la salud. Pero fueron sus estudios de medicina en la Universidad de San Miguel de Tucumán los que sentaron las bases para lo que sería su quehacer profesional y empresarial.
Inició su vida laboral en España como instructora de gimnasios. Y aunque no ejercía como médico, fue gracias a dichos conocimientos que logró postularse como presidenta de la Federación Española para Aerobic y Fitness (FEDA), para la Delegación de Valencia, España, posición que alcanzó en palabras de Marisa «por causalidad». Actualmente es presidenta de la Asociación Española por la Salud y el Deporte (AESD). A través de esta institución, que ella misma fundó, imparte cursos, certificaciones de fitness y salud desde hace más de quince años.
Marisa también diseñó un nuevo entrenamiento llamado Aerorisa, el cual se presentó al público durante una convención en Benidorm, España. Este fue un momento clave en su vida, que la puso en la mira de un empresario suizo, quien se encontraba iniciando una propuesta con botas de rebote denominadas Kangoo Jump. A partir de ese momento, empezó a participar activamente en el diseño de protocolos para el uso de las botas Kangoo Jump, y programas pedagógicos que formaban a instructores en todo el mundo.
Sin embargo, el verdadero momento, cuando Marisa alcanza la cúspide del éxito financiero y profesional, fue cuando diseñó y vendió un sistema de franquicias de gimnasios especializado en la mujer, basado en el uso de calzado de rebote denominado DYNAMIKAS.
Pero tan grande como su éxito, fue la gran crisis personal que se desató en ese mismo instante, pues sin ser consciente de ello, su triunfo profesional crecía paralelamente a su fracaso matrimonial.
Durante mucho tiempo, Marisa se convirtió en una esposa y madre ausente debido a sus múltiples compromisos. En esa situación, su esposo decidió regresar a Argentina con sus hijas, dejándola sola, situación de la que ella tomó consciencia cinco meses después, cuando viajó a Argentina para comprender por qué no regresaban. En ese viaje, entendió que su esposo había dado por finalizada la relación, y que se encontraba acompañado por otra persona.
Esto impulsó su regreso a España para renunciar, soltar, regalar y, en pocas palabras, deshacerse de todo lo material que había logrado, y se radicó con su familia nuevamente en Argentina, sumergiéndose así en una profunda depresión que la excedió, pues nunca antes había sentido lo que era fracasar en la vida.
El despertar personal y espiritual de Marisa Cardozo se concretó como consecuencia de su crisis familiar. Durante año y medio, se vio inmersa en un proceso de amnesia temporal por shock emocional traumático. Hasta que la noche del primero de mayo de 2014, cuando comienza a sentir que ha tocado el límite, recibió un mensaje que parecía venir de otro mundo: «Ya has vivido todo lo que has venido a vivir y ahora tienes que hacer lo que has venido a hacer».
A partir de allí, inició el proceso de recibir diferentes tipos de mensajes, a través de sueños, visiones y experiencias psíquicas. Lo que para ella en un principio fue como una historia de ciencia ficción, se convirtió, gracias a la guía recibida, en un camino espiritual, en la búsqueda de la comprensión acerca de quién es, para qué ha vivido lo que ha vivido y cuál es el propósito de su vida.
Actualmente, Marisa vive junto a su esposo e hijas en Argentina, y ha ayudado a cientos de personas en todo el mundo a aprender y practicar una herramienta de autoconsciencia denominada Neurofitness Active. Esta herramienta se imparte en los entrenamientos del Gimnasio del Cerebro, formando, a su vez, a decenas de neuroentrenadores de diferentes países.
Este libro constituye el primer intento de compartir al mundo, de manera masiva, esa herramienta, que le fue entregada para que los seres humanos tomemos la responsabilidad de nuestro proceso interior. Marisa Cardozo ha venido a este mundo para promover y entrenar la autoconsciencia.