Tinder, LinkedIn, Meetic, Indeed, Infojobs, AdoptaUnTío, VotaMiCuerpo... vivimos sumidos en la era digital, en la sociedad de las aplicaciones móviles. Tanto como para encontrar pareja como para buscar trabajo. Tanto es así, que hemos fundido ambas experiencias y nos comportamos de la misma manera: ya sea con el fin de ligar, en la consecución de un empleo o, incluso, para poder consumir cualquier producto; nos hacemos un perfil, sacamos nuestra mejor foto, y rellenamos una descripción que al otro lado llame la atención para convencer de que somos aquello que buscan. Somos nuestro propio escaparate. En ocasiones somos, de hecho, el producto.
Comemos rápido, vivimos rápido, trabajamos rápido y amamos rápido. Era de esperar que la lógica neoliberal traspasase la frontera de lo social hasta instaurarse en lo personal, hasta nuestras conexiones más íntimas. En nuestra era, lo inmediato tiene el control. La pregunta es, ¿hay alternativa