El Tiempo es un Tramposo

Desde los comienzos de la humanidad hemos creído que el Tiempo es algo real - y ¿cómo podría ser de otra manera, si lo tenemos inserto en nuestras vidas desde el nacimiento hasta la muerte. Aceptemos que, un buen día, el hombre decidió que había que medir el Tiempo e improvisó cómo hacerlo; al principio, se regía por el amanecer y el atardecer, exclusivamente, hasta que se inventaron los primeros instrumentos para calcularlo. Que se haya inventado cómo medirlo no significa, de acuerdo con lo que se expone en este libro, que el Tiempo sea una realidad objetiva pues, en todo caso, es una realidad engañosa.

También desde esos comienzos muchas personas, del lado de la espiritualidad y de la ciencia, han alegado que el Tiempo no existe, que es un invento humano; pero un invento que nos estafa, puesto que es totalmente subjetivo. Aún más, el supuesto orden de los días nos hace suponer que las vidas pueden ser contadas, y eso es una mentira. El Tiempo interior de cada persona, la manera en que cada quien percibe, mide y aprovecha o desperdicia su Tiempo, viene de la más profunda subjetividad; sin embargo, de algo podemos estar seguros, el Tiempo es finito para cada cosa, para cada ser, para cada persona. Sólo Dios está fuera de él, e incluso las bellas metáforas y analogías que explican la Creación en cada mitología nos dicen que tuvo y tendrá etapas bien definidas. El Tiempo inicia, transcurre y se termina.

Las discusiones acerca del Tiempo podrían parecer infinitas, pero lo cierto es que estamos inmersos y somos definidos por el Tiempo y, siendo éste tan breve, debemos aprender a hacer lo mejor que podamos con el que tenemos predestinado; y ese es el propósito de este libro, ayudarnos a percibirlo de la manera más clara y de usarlo de la manera más efectiva para que no sintamos que la breve vida que nos ha tocado se nos ha ido en actos, sentimientos y actitudes nocivas, poco productivas o inconsecuentes.