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ÉXODO, A VECES EL SILENCIO ES NUESTRO GRITO MÁS FUERTE II


Cuando los turistas visitan el África subsahariana, a menudo se preguntan ¿Por qué no hay edificios históricos o monumentos? La razón es simple, Los europeos han destruido la mayor parte de ellos, en algunos lugares las ruinas son todavía visibles. Muchas ciudades fueron abandonadas hasta la ruina después de que los europeos trajeran enfermedades exóticas (la viruela y la gripe) que comenzaron a extenderse y a matar gente. Las ruinas de esas ciudades aún estan ocultas. De hecho la mayor parte de la historia de África está todavía bajo tierra. A pesar de la imagen tradicional que tenemos del África subsahariana previa a la colonización, no todo eran poblados de chozas. En realidad existen numerosos yacimientos de antiguas ciudades construidas en materiales no tan efimeros, como el ladrillo y la piedra. Quizá la más destacada de todas sea el Gran Zimbabue por dos razones: en primer lugar se trata de una de las más antiguas (la segunda después de la sudafricana Mapungubwe), y en segundo lugar es la más grande estructura de piedra precolonial erigida en el continente al sur del ecuador.

Lo que queda de ella está situada a unos 39 km de Masvingo, al sureste del actual país de Zimbabue (que precisamente significa grandes casas de piedra) y a una altura de 1.140 m. Esa altitud constituía una protección natural contra la enfermedad del sueño ya que la mosca tsetsé habita en zonas más bajas.

La arqueología situa la fundación del asentamiento en el siglo IV, mientras que la ciudad de piedra cuyos restos se pueden contemplar hoy día, dataría del siglo XI d.C. extendiendose los siglos de construcción hasta el siglo XIV.

No se conoce exactamente la identidad de quienes la levantaron. existen varias hipótesis, siendo la más popular la que la atribuye a los modernos Shona, un grupo de pueblos bantú relacionado con el antiguo reino Monomotapa o Mutapa. Sus riunas pétreas se esparcen en un área de unos 7 km cuadrados y en su mayor apogeo, Gran Zimbabue llegó a tener unos 18.000 habitantes.

Vicente Pegado, el capitán de la guarnición portuguesa de la cercana Sofala, la describía así en 1531.

Entre las minas de oro del interior y entre los ríos Limpopo y Zambezi hay una fortaleza construida con piedras de un tamaño sorprendente, y que parecen no estar unidas con mortero... Está rodeada de colinas sobre las que hay otras similares en el sentido que carecen de mortero, y una de ellas es una torre de más de 22 m de altura. Los nativos llaman a este edificio Symbaoe, que según su lengua significa palacio.

La ciudad que se compone de las tres áreas que no se conocen como en Conjunto de la Colina, el Conjunto del Valle y la Gran Cerca. De todos ellos el Conjunto de la Colina es el más antiguo para el que la arqueología arroja un registro de ocupación desde el siglo IX a XIII. Aquí es donde se encuentra la Cerca Este, el lugar en que hallaron las ocho Aves de Zimbabue, la escultura del pájaro que hoy es el emblema nacional del país. Estos estaban originalmente tallados en la parte superior de grandes monolitos de piedra, algunos de los cuales, todavía son hoy visibles. Sus muros alcazan los 5 metros de altura.

Angola es un pais multicultural, abriga en su territorio diviersas lenguas, costumbres y origenes diferentes. Angola hoy vive en un periodo de prosperidad por la explotacion del petroleo. La musica angoleña fue exportada en la composicion de varios ritmos en Cuba e en el sudoeste do Brasil. El analista Jean-Arsene Yao. dijo: hablar de Africa no interesa porque" es demasiado triste". La vision de Africa es a menudo mucho más cruel que lo que alli ocurre realmente. No lo digo porque la mala representacion del continiente en los medios de comunicacion sea un fenomeno nuevo, sino porque esta se ha convertido en un principio para mucha gente. Esto se debe en parte a como enviados especiales, turistas, o voluntarios de las ONG y demas " aves de paso"  consciente o inconcientemente, difunden la decadencia del Hombre africano y hacen triunfar cliches. 

Por esto no sería aventurado atribuir la desinformación del público occidental sobre los problemas de lo países africanos a las insuficientes explicaciones y contextualizaciones de la información que, además, suelen teñirse de prejuicios postcoloniales. De este modo, los medios de comunicación propician una produccion masiva de la ignorancia social. " África es demasiado triste" me dijo un locutor de radio para justificar la escasez de programas que se le dedican. Ante tal afirmación me afané por explicarle que si pensaba así era porque nunca le habían enseñado el lado feliz de nuestro continente, ni tampoco le habían contado nuestra prodigiosa capacidad de adaptación. Ausente de los programas educativos europeos, África siempre aparece como el continente " sin ". Sin monumentos, sin escritura y por consiguiente sin historia. Sin innovaciones científicas, sin industrias punteras, sin naciones, sin democracia... Pero, con animales fotogenicos, guerras tribales y mujeres fáciles para los turístas y militares, éstos últimos no pasan por su mejor momento desde que el CONSEJO DE SEGURIDA DE ONU aprobó una resolución condenando los abusos sexuales de tan impunemente cometían en la república centroafricana. La adopción de esta medida coincidió con las elecciones presidenciales celebradas en Benín y Níger que al igual que ocurrió 5 años antes fueron ejemplares en tiempos políticos marcados por instituciones violadas y procesos electorales contestados. Lejos de dar una alta cobertura a estos comicios, yo, por lo menos observé un silencio clamoroso por parte de los medios de comunicación que sólo se rompió con una escueta nota de prensa de la agencia EFE, que recogía la felicitación del pueblo español " a los candidatos a la administración y a todo el pueblo de Benín por la madurez democrática mostrada en todo el proceso electoral".

Pese a la brevedad del artículo 189 palabras reconozco que la noticia me sorprendió gratamente y no era para menos. En tres lustros de residencia en España, pocas veces he oído noticias positivas de nuestra África de la que se habla casi siempre en términos apocalípticos: sequías, hambrunas, epidemias (sida y ébola), golpes de estado, inestabilidad política y corrupción. Esta concepción infernal se conbina con otra que repesenta el continente como el jardín de Éden por su carácter primitvo, natural, zoológico ¿Se acuerdan de la muerte de León Cecil, en Zimbabue? y premoderno.

Tengo curiosidad de saber el porqué de tan negativa imagen de África. Algunos profesionales me han explicado, siguiendo la teoría de establecimiento de temas ("agenda setting", en inglés), que dado el espacio y el tiempo limitados de los que disponen, los medios de comunicación no pueden dedicar la misma atención a todo lo que ocurre en el mundo, y se ven obligados a hacer una selección. Y, al parecer, África tiene tal suerte - lo digo con ironía- que las buenas noticias que vienen de ella rara vez aparecen en la prensa occidental. Y, cuando lo hacen, nunca figuran como el fruto de los esfuerzos de sus propios habitantes, sino como consecuencias de la intervención de un país occidental, la llamada comunidad internacional o la provincia.

Dicho de otra forma, si África no es una causa pérdida, desde luego necesita absolutamente a Occidente para su supervivencia. Situación que ha llevado a algunos malpensados entre los que está el autor de este texto a hablar de cobertura ideoógica de África, cuya información conforta así los pensamientos neocoloniales, refuerza los prejuicios y justifica el afropesimismo. Es lamentable que casos de éxito africaos, como el de Benín, considerado como el laboratorio de la democracia en el continente, nunca aparezcan en estos medios. Sin embargo, bastaría con que una campaña electoral en este país estuviera marcada por actos de violencia paea que ocupara las portadas.

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  • Autor: Alexandra Do Patrocinio
  • Estado: A la venta en Bubok
  • N° de páginas: 512
  • Tamaño: 170x235
  • Interior: Blanco y negro
  • Maquetación: Rústica
  • Acabado portada: Brillo
  • Descargas: 3
  • Última actualización: 18/12/2021
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