Enclave de Soledad y Penumbra Parte 1

Desde pequeña, Ana Franzetti fue una chica terca, astuta y con una gran determinación en conseguir lo que deseaba. Heredó la personalidad de su abuelo paterno, a quien ella veía con gran admiración y como un modelo a seguir.

Creció en una familia conservadora y católica, lo que la llevó a desarrollar una devoción digna de admiración por su doctrina, pero cuando llegó a la edad adulta, súbitamente algo dentro de ella cambió, haciendo que se cuestionará aquellas creencias que había aceptado desde muy temprana edad. Sintió que las verdades que se aceptaban como absolutas no contaban toda la historia, y al no lograr satisfacer su sed de respuestas, empezó a indagar en sitios ocultos.

Sectas, misticismo, metafísica y esoterismo fueron su pan de cada día. No había noche en que no se desvelara buscando el significado de la vida entre un mar de información. Por su necesidad de entender su existencia, la llevó a conocer grupos con creencias que desafiaban toda lógica. Al llegar a la edad de veinticinco años, Ana dejó de un lado esa necesidad de la verdad y se enfocó en su trabajo, familia y amigos. Enterró su búsqueda por la verdad en el pasado; descarto como locura lo que había aprendido y se alejó de todas las puertas que había abierto, o eso había creído ella.

Actualmente a sus treinta y cuatro años, Ana enfoca su vida en su trabajo como directora de finanzas de una reconocida empresa de clase mundial, en su boda que se aproxima y en el pequeño de cuatro meses que crece en su vientre.

El viaje de Ana comienza cuando su avión toca tierra en el aeropuerto de Baltimore proveniente de la ciudad de Guadalajara, por motivos laborales se quedará unos días en el estado de Maryland. Cuando llega, extraños y macabros sucesos que no comprende empiezan a ocurrir, y tan pronto como logra establecerse en el cuarto trescientos dieciocho de su hotel, se dará cuenta que no está sola y que algo muy siniestro acaba de comenzar.