COLOMBIA, ESTADO MAFIOSO

Análisis sobre la política en Colombia y sus expresiones mafiosas en diferentes escenarios de la organización estatal. Podemos considerar este libro como una valerosa macrodenuncia de lo que
ocurre en el país, con raíces históricas en las cuales no se salvan muchos de
nuestros próceres de la Independencia. El autor cita, por ejemplo, el caso del
presidente de la Real Audiencia de Santa Fe, Francisco de Sande, quien en 1602
se embolsicó la suma de cinco mil pesos, escandalosa por entonces. Luego, gran
parte de la pléyade de héroes se dedicó al amasijo de riquezas con base en tierras
y otros recursos de los que se apropiaron al amparo del ‘prestigio’ recién nacido.
Después irían tomando fuerza algunos fenómenos que pueblan nuestra cultura
más tarde, con tintes pintorescos como los que se desprenden de los caciques y
gamonales, segundones de los nuevos amos y fichas efectivas para la
consolidación de los privilegios de facto que vemos en el panorama de la política
criolla.
Por la magnitud de la corruptela, campante desde el nacimiento mismo de la
república, De León califica la estructura económico-política del país como Estado
mafioso. Así de claro. Y para justificarlo, presenta casos irrefutables que ya había
mostrado en un anterior libro suyo, Penumbras y demonios en la política
colombiana.