Despertar Mochilero

Este libro comenzó sin siquiera imaginarlo. Quería guardar, a modo de crónicas, las experiencias que me iban sucediendo para no olvidarme nunca. Hoy hace 7 años que salí de Argentina, en este recorrido, visité Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y México. Me moví caminando, en camión, buses, automóviles, carretas, motos y barcos. Aproveché toda oportunidad de seguir avanzando rumbo al norte. Cuando empecé a sentir e investigar sobre este nuevo mundo fue como tirarse a una pileta gigante de información, de gente y costumbres nuevas. Vas conociendo personas, recopilando experiencias y, de a poco, te vas dando cuenta de que realmente no tienes ni idea de lo que te espera una vez que salgas, y eso es parte de la magia.

Pero mi mente y corazón me pedían escapar de la rutina y lo hice en forma reiterada, por cortos periodos de tiempo. Antes de salir, siempre había algo que me amarraba a mi zona de confort y entonces, lo seguía postergando. El trabajo, el estudio, la familia, los amigos, el gato, el perro, las deudas… siempre había algo pendiente. Más tarde aprendí que se pueden solucionar todos esos problemas con tiempo, paciencia y mientras viajaba. Me cansé de seguir planeando, de querer parar el tiempo como si el universo me fuera a devolver algún minuto en el futuro. Me propuse salir en una aventura que marcara mi vida entera, en busca de lo desconocido. Sabía que ahí afuera había más personas como yo... coleccionistas de experiencias, enamorados de la vida, soñadores despiertos.

Hoy los destinos ya no son fijos ni tan planeados como antes, después de tantos traslados se aprende a confiar en uno mismo, en que el camino va a presentarnos a las personas, los lugares y experiencias indicadas para continuar creciendo. Ya no importa el destino porque ya no existen las fronteras, ni las limitaciones personales. Tuve la suerte de descubrir muchos tesoros "escondidos" en Latinoamerica. Esta ceguera implantada nos impide valorar nuestra propia cultura, historia, paisajes y a nuestros originarios. Éstas últimos me enseñaron la importancia de vivir en comunidad, en armonía con la naturaleza, autosustentable y me ayudaron a sanar tanto espiritual como mentalmente.

Hoy siento la necesidad de compartir mis crónicas, pequeñas historias de diferentes situaciones que han cambiado mi vida entera, mi visión del mundo, de las personas y de mí mismo. Tienen el fin de alentarlos a cumplir su sueño de viajar como mochileros. Por supuesto que el viaje de cada uno será distinto y por eso aclaro que este escrito tan sólo resume algunas experiencias propias, igualmente me atrevo a decir que muchas de ellas las enseñanzas que me aportaron, todos los viajeros las comprenden de una u otra forma en el camino.

Sobre todo puse mucho amor en ello para invitarlos a compartir este hermoso estilo de vida. Aunque sea por un tiempo, salir de la zona de confort, expandir nuestros horizontes y pelear por vivir sus sueños.