Nuestra naturaleza viva merece honor, respeto y lealtad, puesto que nos brinda la oportunidad de realizar un sin fin de maravillosos, espectaculares y encumbrados sueños a base de historias, algunas complejas, otras por demás sencillas pero con valía, autenticidad y esa ilusión idílica que sólo se puede obtener mediante los cuentos.
Veyota se encuentra en un lugar de fantasía, ahí puede ella pensar que no ocurre nada, sin embargo las memorias llegan para atormentar un frágil corazón.
Las rejas de esa cárcel llamada tristeza nos ahogan con pesar y nostalgia; ella lucha afanosamente por rehacer una vida solitaria, animándose no sólo a sí misma, sino también a todos sus amiguitos y hasta los que no lo son.
Una experiencia puede marcar nuestras vidas para siempre, no obstante otra puede abrir unos caminos que ni siquiera pensábamos que existían; los cuentos, cuentos son, pero de la realidad nacen las leyendas, fábulas; princesas, castillos y dragones; aislamiento o libertad.
Se suelen narrar los cuentos de una forma muy peculiar, tienen diferentes matices para ello, en éste no debe haber excepciones ya que, como su mismo nombre lo dice, es un cuento, así que comencemos por igual, sin distinción alguna.
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