Esta antología recopila cincuenta y cuatro años de actividad poética resumida en setenta y cinco poemas. Ellos son los sobrevivientes. Algunos desaparecieron practicando puenting, otros fue haciendo motocross; algunos otros perdidos en las selvas y los demás barridos por mi abuela.
Los comencé a escribir cuando contaba catorce años y era estudiante. Los primeros surgieron a modo de práctica de las distintas formas líricas, que veíamos en las clases de literatura. Aquellas semillas cayeron en terreno muy fértil, y el afán continuó con verdadero apasionamiento.
Fue solo una época y estas pasan, los tiempos cambian y el hombre evoluciona, pues nada en el universo está inmóvil. El lento transcurso de los años, las múltiples inquietudes y los gustos me llevaron a otros campos literarios. Volví a la prosa y retomé mi amor abandonado. Porque mi primera novela corta la escribí a los quince.
Los poemas... ¿Se puede olvidar lo que alguna vez se amó
¡Nunca! Ese es el motivo de ser de esta antología.